Empieza aquí un cuento corto por capítulos. Quizás parezca que rompe la norma de lo que vienen siendo estas historias, pero en el fondo no es así. Según la aceptación que tenga, seguiré publicando o lo dejaré aquí, porque esto no es una historia que acaba tal y como empieza. Tiene varios capítulos y espero que lleguen por lo menos a algunos de vosotros. En todo caso, gracias simplemente por haber entrado. Comienza la saga.

Capítulo I

Agnus sanguinis

Exhausto y casi sin fuerzas tras la carrera, David consiguió a duras penas abrir el portalón de la iglesia. Se detuvo ante la atmósfera fría y desolada del antiguo edificio que, a la luz tamizada de la tarde, parecía que esperara a alguien para envolverlo con el eco de la soledad que transmitía.

El niño, de tan sólo siete años, no comprendía muy bien a lo que iba, aunque en lo más profundo lo temía.

-¡Ve a buscar al cura, rápido! –le había casi gritado la madre desesperada junto a la cama donde yacía su padre enfermo desde hacía varios meses. ¿Por qué no al médico? ¿Por qué al cura? Era difícil comprender a los mayores a veces, aunque en esta ocasión, aun sin entenderlo, lo intuía.

Papá se muere.

Se adentró lentamente en la iglesia vacía. A las cuatro de la tarde y con la lluvia fina que caía era difícil que alguien estuviera allí. Mientras caminaba por entre los bancos intentaba atar los cabos de por qué cuando alguien se está muriendo necesita a un sacerdote. Nunca antes había oído hablar de extrema unción, pero sabía de lo que ocurría en los pueblos como el suyo: cada acto de la vida, desde el nacimiento hasta la muerte, estaba siempre acompañado de la figura de aquel hombre que conocía desde que tenía uso de razón

-¡Padre Damián! –gritó. Las paredes y techos reverberaron durante unos instantes con la voz cristalina del niño. –Padre Damián, ¿está usted ahí?

David se quedó oyéndose a sí mismo, pero no obtuvo respuesta, de modo que siguió avanzando por la iglesia hasta alcanzar el altar. Allí intentó volver a llamar al cura, pero descubrió la puerta de la sacristía entreabierta y se acercó con lentitud hacia ella. Terminó de abrirla y un olor extraño le invadió el olfato. Era una mezcla entre el polvo acumulado de años y algo que no conseguía recordar. Intrigado, se quedó pensando y por un momento olvidó el motivo por el que había llegado hasta allí.

De repente se le vino a la memoria una de esas fiestas que hacían algunas veces los vecinos. Todos bebían vino mientras se oían los gritos del animal al que estaban degollando. Él no podía mirar. Esos gemidos eran como los de un recién nacido y lo hacían estremecerse hasta que por fin se callaban. Entonces todos volvían más contentos con el animal inerte y un barreño.

El olor de la sacristía era como el olor de la sangre del cordero. David dio un paso atrás.

-Padre Damián –esta vez su voz era casi un susurro y comprendió que no tenía sentido hacerlo así. Si no había oído los gritos iba a ser imposible que lo escuchara susurrar. Recordó el motivo de su carrera, se armó de valor y entró en la sacristía.

A pesar del desorden y el polvo, la estancia no parecía distinta a la única vez anterior que había estado allí, cuando con otros niños se coló para intentar descubrir qué se escondía en aquel misterioso cuarto del que salían el cura y los monaguillos. Había libros viejos por todas partes y una percha de la que colgaban las vestiduras del sacerdote pulcramente planchadas y limpias. Los papeles estaban desperdigados por todas partes y sobre la mesa había una pila de cartas que parecían antiguas. Todo daba la impresión de estar igual, pero el olor era distinto. Muy distinto.

Por mucho que intentaba aguzar el oído, David, no conseguía escuchar a nadie. No se oían pasos, no se oía una tos, una respiración o a alguien musitando una oración. El silencio era sepulcral.

Dio la vuelta a la enorme mesa para acercarse a la puerta que conducía más adentro. El olor le golpeó esta vez tan fuertemente que tuvo que volverse de inmediato. Intentó llamar al sacerdote de nuevo, pero la voz no le salía de la garganta. No lo dudó más y rodeó deprisa la mesa. Ahora tenía que saber lo que ocurría allí.

Lo que vio se quedaría grabado en sus retinas para el resto de su vida.

10 Cuéntalo tú:

Yo los leeré y te comentaré.

Asustada me he quedado de la fuerza con la que comienza esta 1ª parte.....a ver que nos depara la segunda, que estoy con curiosidad por saber lo que vieron esas retinas ( aunque me hago una idea............)

Que fortt me dejaste en ascuas a esperar la segunda parte bueno genial besitos y saluditos

Un buen comienzo, si señor. Dejas la intriga... jajaj, me encanta, e como los capitulos de las series. Espero que lo sigas y así ir conociendo más cosas.

Besos cielo

jaj Cari, a mi no me jodas con eso de que "dependerá de la aceptación"... a mi no me dejas asi o ya soñaré toda la vida con esta visión y ese olor tan penetrante que me llega ya a mi cuarto...

ya que tienes este blog y tienes este relato aprovechalo y me encanta haberte animado a hacerlo. Es igual que sea de amor que de misterio, pero está genial y ya engancha desde el principio. Espero que haya sangre, misterio, sexo, dinero, religión, sectas secretas, fanatismo, posesiones demoníacas, signos masones, antiguos símbolos, etc.. vamos, cari, que yo quiero que seas mi nuevo Dan Brown ese, que mira, otra cosa no, pero ganar dinero con un Betselers de esos no nos vendrí nada mal jajaja

en serio, cari, tienes que seguir ecribiendo estas cosas y publicandolos. tu blog de pollas y eso esta muy bien, pero yo creo que esto lo supera y es lo tuyo, la verdad. Juntar foto y hace videos no esta mal, pero esto es mejor.

Me lo prometes...? Sino un angel vengador armado con una espada de fuego te molestará en tus sueños (húmedos) jajaja.

Bezos

Pues sí, queremos más. Empieza bien con esos temores ancestrales de difuntos y sacristías...la cosa promete!!

Un besote.

Ed:

tres cosas:

1. Te Odio, estó no se hace!
2. El padre follaba con alguien? era un padre satánico? el padre se met{ia un cirio pascual por el culo? El padre rezaba un rosario con bolas chinas texturuizadas? El padre era un travesti? el padre tenia cilos? El padre era Stanley?

3. Muy bueno, la verdad muy bueno estaré atento a tus escritos, a vece s me demoró en comentar pero de seguro me has dejado prendido! un abrazo Ed. Genial como siempre

Buen comienzo. Espero la continuación. Empieza con misterio, y una dosis religiosa/mistica.
Saludos

MENDA: Espero que no te hayas quedado tan asustada, que no es mi intención. Me alegra saber que te ha gustado y que esperas más. Pronto, muy pronto (no ocurrirá como con las entradas anteriores) publicaré el segundo capítulo. Espero que siga interesando (creo que te haces una idea muy aproximada). Un beso.

GULEM: No te quedes en ascuas. Ya te vas a enterar de lo que pasó en nada de tiempo. A ver qué tal...

ALEX: Me gusta la idea de que algo que haga cree una intriga y haga que se quiera continuar. Podría colgar ahora el segundo capítulo, pero no... dejaré este un poquito más, que no ha dado tiempo y además se publicó a una hora muy mala. Ojalá enganchara como una de esas series, pero no sé si yo podría conseguir eso. De todas maneras, gracias.

THIAGO: Bueno, bueno, bueno... que sí, que para mí la aceptación es que le guste sólo a alguien. No pretendo que vengan aquí a millones, te lo aseguro. Yo vivo en un blog humilde que casi no conoce nadie, así que no aspiro a eso. Continuará y lo hará mañana (si es que no ocurre algo, ya sabes). Es cierto que tú me has animado a publicar esto (gracias), pero no sé si habrá tanta sangre ni esas cosas que dices. Igual se puede ser retorcido o no... depende... Y si me gustaría ser Dan Brown es por el dinero, jajaja, porque como escritor no me gusta. Sólo tiene ritmo y temas escabrosos con argumentos pillados con pinzas, pero bueno, tampoco vamos a negar que hace interesante un tema en particular y que ha servido para que muchos se apunten al carro. Te diré que este cuento se empezó a escribir en 1994 y era tal cual y con el mismo nombre. Luego se perdió y quedaron unas cuartillas que tuve que volver a pasar a formato electrónico y lo continué el año pasado. Tiene varios capítulos y quizás quieras saber si está terminado, ¿verdad? Pues lo cierto es que tiene un fin... Y a mí también me gusta más este blog que el otro. No tienen nada que ver ninguno de los dos, pero claro, la audiencia no es exactamente la misma. No todos buscamos las mismas cosas... Te prometo que sigo mañana mismo (si mi hermana no se pone de parto, claro, ya lo sabes). No creo que haga falta un ángel vengador. Un beso, guapo.

THEODORE: Gracias por tus palabras. Me da un poco de miedo que la cosa prometa porque a veces las promesas se quedan sólo en eso. Espero que el cambio del segundo capítulo no le reste interés al primero. En el fondo todo está ligado y tú lo sabes bien. Un besote para ti también.

POTTER: Yo también te odio, jajaja. Es broma. Pues si te digo la verdad, el padre no follaba (que yo sepa), ni era satánico, sólo un cura de pueblo, no hacía cosas raras con los cirios pascuales (al menos en presencia de público), ni usaba las bolas chinas (que no se vendían en España por aquel entonces, por si te sirve de algo), ni era travesti, ni usaba cilicios, ni era Stanley (habría sido demasiado pequeño para eso). Que muchas gracias por ese comentario tan bueno y tan divertido. Me alegra que te haya gustado. Te mando otro abrazo allende los mares.

GERMÁNICO: Muchísimas gracias. Veremos cómo sigue. Por lo pronto lloverá y... bueno, si lo vais a saber mañana. Mejor me callo. Un gran saludo.

Muchas gracias, besos, abrazos y saludos a tod@s l@s que habéis comentado. Sois excepcionales. Espero no defraudaros con las continuaciones.

Ed.

Como la tan famosa frase en teatro que dicen los principiantes "La mesa está servida", aquí sucede lo mismo.
Este primer capítulo tiene todos los elementos puestos para enganchar al lector y no querer perderse la continuación.
Te metiste con total tranquilidad en la mente de un niño, y comenzás a generar la sensaciones que este chico tiene frente a un hecho inusual para él, pero desde su óptica.
Nada novedoso te puedo decir, porque ya sabés que pienso que sos un gran hacedor de historias, y de este desafío de escribir en capítulos vas a salir airoso, pues, como ya sabemos, la gran ventaja que tiene escribir así, es que podés crear los climas con mayor comodidad que en un solo relato; siempre y cuando lo sepas hacer, obviamente, jajajaja!!, pero no es tu caso, creo que es uno de tus fuertes literariamente hablando. El comienzo es muy prometedor, y no tengo dudas que vas a estar a la altura de las circunstancias.

Esperaré, como todos, el segundo capítulo, aunque tengo una leve idea por donde va a venir la cosa, jejejeje.

Muchas gracias por el comentario que me dejaste. Respecto a tu pregunta, sí, clase media para arriba lo llama attaché, es muy común.

BESOTES.

STANLEY: Gracias por tus palabras. La verdad es que no sé si saldré tan airoso de todo esto, jajaja. No es fácil, ya lo sabes, llevarlo todo para adelante, pero bueno, se intenta... Uno puede intentar meterse en la mente de un niño porque ha sido niño (siempre y cuando se acuerde eso) y más bien o más mal, tiene la capacidad de pensar como él, pero nunca la inocencia. De lo demás, pues no estoy seguro de saber crear los climas adecuados ni darle vida a cada uno de los personajes para hacerlos reales. Eso es algo que hay que ver con el tiempo. Hay una parte ya escrita y otra que falta por escribir y aun así, todo lo escrito está siendo revisado y corregido, porque nunca nunca nunca estará bien. De hecho hoy cambiaría varias cosas de este primer texto, pero ya andamos por el segundo y el tercero está colgado en blogger sólo para pulsar el botón publicar...
En fin, que es cierto que si el relato es más largo, te puedes entretener más en detalles que no podrías en otros más cortos, pero también te digo que aquí todo ocurre muy deprisa, son muchas situaciones, una detrás de otra y tampoco creas que hay mucho tiempo para pararse en detalles. Yo me veo sólo esbozando determinadas cosas. El relato corto se hace más largo, pero también la historia es mucho más densa. Mi capacidad de síntesis, ya sabes, jajaja.
Bueno, muchas gracias por el comentario. Nos seguimos leyendo.
Besos,
Ed.

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